Mi hijo, una joya
Sí, es cierto en todo el sentido de la palabra. Los hijos son un tesoro de Dios que llega a nuestras vidas a pedido nuestro. Las joyas son más valiosas cuanto más únicas son, cuánto más escasas, pues bien, eso son nuestros hijos, no hay nadie en el mundo que se les parezca. A veces olvidamos esta característica y tratamos a los hijos por igual. Es bueno ser democrático y justo en casa, pero una de las mayores tareas que tenemos es respetar su individualidad y la otra está relacionada con la aceptación profunda de cada hijo para descubrir, desarrollar y aumentar sus capacidades. Dele a su hijo un servicio personalizado, la familia armoniosa es el mejor lugar.
Clr. Adela Cueva Díaz
Counselor Sistémico
Orientadora Familiar
Conciliadora Extrajudicial
Mstr. Ciencias para La Familia