La risa sana de mi hijo

Uno de los ganadores del Premio Príncipe de Asturias a la Investigación lo ganó el neurólogo portugués Antonio Damasio. Él asegura que las emociones negativas nos causan un gran deterioro a la salud y que por el contrario las emociones positivas no sólo evitan las enfermedades, si no que nos ayudan a curarlas. Parece ser que la risa, la sonrisa, la alegría, la paciencia, la tranquilidad, la armonía el entendimiento, y hasta el perdón, son emociones que fortalecen el sistema inmunológico de manera absoluta.

Todo lo contrario, el miedo, la angustia, la sospecha, los celos, el mal humor, el enojo, la inseguridad nos causa un grave deterioro al sistema inmune y éste no puede defendernos contra las enfermedades, ni puede combatirlas con eficiencia.

Riendo se obtiene una sensación de bienestar que nos llena de optimismo y sentimos que la vida es menos dramática. La respuesta científica es que cuando reímos nuestro organismo genera endorfinas, bien llamadas hormonas de la felicidad. En los niños la risa promueve el desarrollo de su inteligencia abstracta y la fortaleza de sus estructura sicológica. Al adulto le hace falta un poco de relax para disfrutar de todo el buen humor que nos ofrece la vida diariamente. Si usted es renegón, piénselo ahora. Su salud está en riesgo y además, le enseña a su hijo actitudes fatalistas y poco sanas.

Clr. Adela Cueva Díaz
Counselor Sistémico
Orientadora Familiar
Conciliadora Extrajudicial
Mstr. Ciencias para La Familia