Estimulando el amor al estudio (3)
El amor por el estudio es como amar la naturaleza, la literatura, la historia, la geografía, la facultad innata de los números; es una virtud tan valiosa como una herencia.
Las cosas que aprendemos de nuestros padres las recordamos con exactitud y con añoranza porque: “Nunca olvidamos lo que aprendemos con amor”. Llévalo a tu lugar de labores y cuéntale lo que tuviste que aprender para hacer bien tu trabajo. Dale la confianza suficiente a tu hijo para que te cuente en qué cursos no le va muy bien. Recuerda que a un curso difícil sólo le corresponde más horas de estudio Cuando revisen los errores en sus tareas has que busque las respuestas correctas y valora su actitud. Jamás lo avergüences por no saber algo. Ni lo compares con sus hermanos. Decirle frases como “eres un holgazán” “¿acaso eres bruto?” daña su autoestima y lo desanima a seguir luchando con sus dificultades. Despiértalo con tiempo para que no vaya de mal humor al colegio. No le permitas faltar cuando no cumpla la tarea. Revisa sus capacidades físicas: ver de lejos, oír bien, dislexia, anemia, dolores de estómago, etc. Enséñale las técnicas de estudio: hacerse un horario, escoger un lugar cómodo, silencioso con buena iluminación, buena ventilación, y sin distracciones.
Clr. Adela Cueva Díaz
Counselor Sistémico
Orientadora Familiar
Conciliadora Extrajudicial
Mstr. Ciencias para La Familia