Cuide su lenguaje
Siempre que pueda utilice La Voz que Cuida. Recuerde, una vez que la palabra se ha pronunciado ya no somos dueños de ella y lo más penoso es que si les decimos cosas hirientes es a nuestros hijos, lastimaremos su autoestima de inmediato.
El lenguaje corporal también es importante: no mirarlos cuando nos hablan, hacer un gesto de desaprobación, un ademán de burla, es un signo de desinterés, por lo tanto los lastima poco a poco. Podemos herirlos hasta con el tono de voz con el que les hablamos. El niño es sumamente sensible al cariño y al buen trato, como lo es al desamor y al maltrato.
Nadie quiere lastimar a su propio hijo, si ahora ya sabe de qué otras maneras se puede hacer, entrene su voz y cuide su lenguaje.
Clr. Adela Cueva Díaz
Counselor Sistémico
Orientadora Familiar
Conciliadora Extrajudicial
Mstr. Ciencias para La Familia