¿Cómo ayudar a mi hijo para que no se coma las uñas? (1)

No se sabe la razón exacta de este hábito compulsivo; generalmente va asociado a la ansiedad, tensión, inseguridad, el aburrimiento o el cansancio. La ansiedad está relacionada a algún cambio de su rutina diaria: horarios, personas que lo cuidan o a un acontecimiento determinado. Se adquiere también por imitación, cuando ve que una persona de su entorno cercano lo hace.
Cuando los niños son extremadamente sensibles y tienen frustraciones o decepciones y no saben exteriorizarlo, suelen refugiarse en su interior, consiguiendo consolarse de esta manera.
Aunque algunas personas han intentado quitarle a sus hijos esta compulsión poniendo sabor picante o amargo; otras amarrando o vendando las manos y/o poniéndoles guantes, los resultados han sido desalentadores.

Muchos adultos suelen dejarlo cuando pasan situaciones embarazosas, no así los niños, a quienes las reprimendas o castigos sólo les causa una mayor angustia. Y además, deteriora la vital relación con sus padres.

El acto en sí es inconsciente, por tanto difícil de interpretar. Algunos profesionales indican que si se quiere ayudar a los niños a dejarlo, una de las cosas que pueden hacer es tomar apuntes de las circunstancias en las que los niños se llevan la mano a la boca.
(Continuará…)

Clr. Adela Cueva Díaz
Counselor Sistémico
Orientadora Familiar
Conciliadora Extrajudicial
Mstr. Ciencias para La Familia