El síndrome de “el príncipe destronado”
El hijo mayor llega a un hogar sin niños. Por un tiempo el centro de atención de sus padres y demás familiares. Cuando llega el hermanito, siente que su sitio es amenazado y que está en desventaja. Desde allí se generan sus celos. Sospecha constantemente que sus padres prefieran “al otro” y eso lo atormenta ¿Cómo ayudarlos? Hablémosle del bebé sin forzar el tema. Prestemos atención y celebremos sus logros acorde a su edad, de ese modo le damos a entender que las acciones generadas por sus celos no son las que nos llaman la atención si no las de su desarrollo natural. Cuéntele historias relevantes de sus hermanos; invítelos a su casa y demuestre afecto.
La atención y los mimos extras deben dársele en momentos en que no incurra en conductas negativas, por eso debemos prevenir su provisión de afecto.
Los padres también debemos analizar si no estamos descuidando su atención, si le hablamos con menos cariño que al bebé, si lo regañamos por nuestra impaciencia o si ignoramos sus demandas.
Compararlo con el hermanito menor acrecentará su inseguridad y los celos no tendrán fin.
Asegúrele que los padres tienen un amor tan grande que alcanza para hacer felices a todos sus hijos y que el corazón de una madre es un reino donde todos los hijos tienen corona. ¿Usted, qué opina?
Clr. Adela Cueva Díaz
Counselor Sistémico
Orientadora Familiar
Conciliadora Extrajudicial
Mstr. Ciencias para La Familia