La Santa Paciencia
La paciencia es una virtud que se adquiere con el ejemplo y la repetición. La sociedad exige resultados inmediatos. Sin embargo, la inteligencia emocional está relacionada con la capacidad de esperar y postergar un difrute. Las universidades de Columbia y Harvard hacen estudios al respecto. Un ejercicio comprende en darles a los niños de inicial un caramelo y decirles que si no lo comen hasta después del recreo, se les dará otro. Algunos lo hicieron. Pasada una década, los estudios demuestran que los niños que supieron esperar desarrollaron habilidades sociales y cognitivas superiores. Así mismo, mostraron mejor grado de tolerancia a la frustración y al estrés, por tanto, mayor probabilidad de éxito en el ámbito social y laboral.
¿Le molesta esperar su turno? ¿Se siente irritado en un atolladero de autos? ¿Se vuelve agresivo si las cosas le salen mal? Responda y evalúe si debe entrenarse. Le ayudará saber que todo niño tiene su propio ritmo de avance y que practicar la paciencia le da años y calidad de vida. Para ayudarse: haga ejercicios de respiración, cuente hasta diez antes de responder, descubra cosas positivas de la espera, practique yoga, escuche su música favorita o lleve siempre un buen libro.
Cultive al arte de la paciencia y sentirá satisfacción cuando su hijo la practique con usted.
Clr. Adela Cueva Díaz
Counselor Sistémico
Orientadora Familiar
Conciliadora Extrajudicial
Mstr. Ciencias para La Familia