Una palabra amable calma los ánimos y realiza milagros!
Un orador estaba en plena exposición de “el poder de la palabra” cuando un señor le dijo enojado que lo que decía era una tontería, una de las peores mentiras y finalmente le dijo que era un farsante. El orador contestó usted también es un necio y un inoportuno, a lo que el participante desplegó más calificativos ofensivos. El orador luego de unos segundos de silencio le dijo, tiene razón señor, no debo enojarme si usted no está de acuerdo con mi exposición, le ruego que me disculpe, a lo que el participante dijo, no se preocupe, en realidad no debí expresarme así, lo siento. Luego cuando terminó la exposición el orador explicó al público que utilizó la situación para enseñar lo que hace una palabra amable en medio de una discusión.
Utilice esta sutileza cuando lo crea necesario, siempre es bueno saber que nuestros padres no ven únicamente el error cometido si no que saben valorarnos en integridad. “Sé que eres un niño ordenado, podrías colocar los libros en su sitio por favor” “sé que eres un niño generoso, podrías prestarle tu juguete a tu primo”.
Conocí a unos padres que no lograban que su hija de 5 años comiera ensaladas de verduras, un día que llegué a visitarlos y vi que la niña ya la comía con entusiasmo, les pregunté cómo lo habían logrado, me dijeron: ah, el pediatra le habló de lo buenas que eran las verduras para la salud. Estoy segura que el médico utilizó el tono amable de La Voz que Cuida y convenció a la pequeña.
Clr. Adela Cueva Díaz
Counselor Sistémico
Orientadora Familiar
Conciliadora Extrajudicial
Mstr. Ciencias para La Familia