¿Cómo ayudar a mi hijo para que no se coma las uñas? (2)

Comerse las uñas es un acto que demuestra ansiedad en el niño ¿cómo podemos ayudarlo? En primer lugar, explíquele a su hijo con un lenguaje sencillo e íntimo porqué no debe comérselas. Dígale que puede contraer enfermedades, que sus manitos se verán mejor, que no lo molestarán por eso, que sus encías estarán sanas, etc. Hágalo cuantas veces sea necesario. Aunque no lo entienda, sentirá en su tono de voz y en su actitud, un profundo deseo de ayudarlo y calmarlo. Hágalo cuando el niño esté de buena guisa. En segundo lugar, hay que averiguar qué lo mantiene ansioso. La mejor manera de saberlo es haciendo actividades juntos que lo relajen, armar un rompecabezas fácil, echarse en el jardín y descubrir la forma de las nubes, conversar a solas, si es mujercita pintarle las uñitas con esmalte transparente, etc. Una vez relajado usted puede guiar la conversación para saber qué lo está molestando o a qué le tiene miedo. Decirle lo que sea necesario para tranquilizarlo y si el niño le cuenta, modifique la situación que lo perturba inmediatamente. Mientras lo averigua, distráigalo en el momento que vea que va a hacerlo, pídale ayuda en las tareas de la casa, a pelar arvejitas en la cocina, a ordenar servilletas, a ordenar su cuarto, a que le alcance los ganchitos para tender la ropa, etc. Procure no recordárselo a cada instante. Más bien eleve su autoestima, felicitándolo y diciéndole lo bien que hace al no comérselas, bese sus manitos como gesto de amor y complacencia.

Clr. Adela Cueva Díaz
Counselor Sistémico
Orientadora Familiar
Conciliadora Extrajudicial
Mstr. Ciencias para La Familia